El pintor inglés, perteneciente a la Hermandad de los Prerrafaelitas, Holman Hunt realizó este óleo sobre lienzo en 1868. En él narra la historia de Isabella, partiendo del poema homónimo, Isabella o El tiesto de albahaca del escritor inglés John Keats (1795-1821), que a su vez parte del Decamerón de Boccaccio.
Al igual que la historia escogida la semana pasada, Los amantes de Teruel, ésta no tiene un final precisamente feliz, así que, querido lector, si no te agradan las historias trágicas de amor, no sigas leyendo...
Keats, en su poema, narraba la historia de amor imposible entre Isabella y Lorenzo, uno de los trabajadores del hermano de ella. Los padres de Isabella, por otro lado, querían que contrajera matrimonio con un noble. Cuando los hermanos de la joven supieron de este amor, asesinaron a Lorenzo y enterraron su cuerpo, pero su fantasma se apareció a Isabella y le informó de lo ocurrido y de dónde había sido enterrado. Isabella desentierra el cadáver y esconde la cabeza de su amado en una maceta de albahaca, de la que no se desprende en ningún momento. Esta imagen, Isabella aferrada a la maceta, es la que recoge Holman Hunt en su obra.
Al igual que la historia escogida la semana pasada, Los amantes de Teruel, ésta no tiene un final precisamente feliz, así que, querido lector, si no te agradan las historias trágicas de amor, no sigas leyendo...
Keats, en su poema, narraba la historia de amor imposible entre Isabella y Lorenzo, uno de los trabajadores del hermano de ella. Los padres de Isabella, por otro lado, querían que contrajera matrimonio con un noble. Cuando los hermanos de la joven supieron de este amor, asesinaron a Lorenzo y enterraron su cuerpo, pero su fantasma se apareció a Isabella y le informó de lo ocurrido y de dónde había sido enterrado. Isabella desentierra el cadáver y esconde la cabeza de su amado en una maceta de albahaca, de la que no se desprende en ningún momento. Esta imagen, Isabella aferrada a la maceta, es la que recoge Holman Hunt en su obra.
Otras versiones de esta historia:
- Waterhouse
- John White Alexander
5 comentarios:
el cuadro me parece precioso. La historia está bien, salió de entre los muertos para avisar a su amada y ella quería seguir con él a pesar de que estubiera muerto... fuera de eso, lo de que enterrara su cabeza y no se separara de ella pues como que da mal rollo no?^^
Besos
pues sí... un poco obsesiva esta Isabella. A mí me recordó un poco a Melanie Griffith en Locos en Alabama: con la cabeza del marido en la sombrerera recorriendo medio país...
Vale!...
volverán...las oscuras golondrinas!...
Salud!
Que bonita historia condesa y aun más hermosos los cuadros que has colgado. No estoy nada puesta en arte, aunque la historia siempre me ha encantado.
Me gustan muchos los contenidos de tu condado, transmites mucha sensibilidad y respeto por lo que escribes.
Me voy a quedar un ratillo por aquí leyéndote.
Felicidades por tu blog.
Gracias princesa amidala, me alegro de que los contenidos sean de tu agrado, en concreto la historia de Isabella y Lorenzo, que no tiene un final precisamente feliz (incluso es probable que Isabella necesitase un terapeuta), pero, después de todo, parece que la mayor parte de las grandes historias de amor y en general las grandes historias de la literatura deben acabar en tragedia para considerarse precisamente grandes.
Un saludo
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