Eva Ibbotson

Eva Ibbotson nació en Viena el 21 de enero de 1925. Poco antes de que Hitler llegara al poder, se trasladó con su familia a Inglaterra, donde vive desde entonces. Estudió en el Bedford College de Londres y las universidades de Cambridge y Durham. En los años 60 ejerció de profesora y en los 70 publicó su primera novela.

Aunque Ibbotson es especialmente conocida por su novelas para niños, escribió también obras para adultos. Entre estas últimas novelas destacan: El castillo del lago (Magic flutes, 1982), El regalo de un nuevo amanecer (The morning gift, 1993), Una canción para el verano (A song for summer, 1997) y Plaza Madensky (Madensky Square, 1988). La mayoría de estas novelas, ambientadas entre los años 1910-1940, tiene como protagonista a una joven que vive en Viena o es de origen austríaco pero ha debido marchar al extranjero (frecuentemente Inglaterra) para sobrevivir.

La música, el arte y la naturaleza suelen estar muy presentes en sus libros, narrados con frescura y candidez, recordando en cierto modo a los cuentos.

En España se han publicado prácticamente todas las novelas para público adulto (Mondadori, tanto en Plaza y Janés como en Debolsillo), pero actualmente se encuentran descatalogadas y sólo es posible encontrarlas de segunda mano. Sin embargo, en inglés, durante los últimos dos años se han vuelto a reeditar todas (podéis encontrarlas en Amazon o The book depository).

Os dejo a modo de aperitivo el comienzo de dos de sus novelas:

"Nacieron ambos bajo el signo de Géminis y, para los que creen en las estrellas como árbitros del destino, aquel sería el nexo de su unión. Ella misma invocó a los cielos cuando, por fin, se conocieron. <<¿Puedo ser tu hermana astral?- preguntó-. ¿Puedo ser esto, al menos?>>

Desde luego, parecía necesaria la intervención de la antigua magia de los astros para que se uniera la vida de la menuda princesa austríaca de ojos oscuros- nacida en un castillo renombrado y lastrada, en presencia del emperador Francisco José, con una docena de sonoros nombres cristianos- con la de aquel bulto envuelto en una manta gris, abandonado y encontrado junto al muelle de una lúgubre ciudad industrial de Inglaterra. Bulto que, cuando lo abrieron, descubrió a un bebé varón recién nacido, de apenas un día de vida, desnudo y berreante." (El castillo del lago)


"Viena siempre ha sido una ciudad de mitos. Antes de la primera guerra mundial estaba el anciano emperador Francisco José, que dormía en una cama de hierro, nunca abrió un libro y el Jueves Santo lavaba ritualmente los pies de doce ancianos caballeros". (El regalo de un nuevo amanecer).


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